Como hemos visto en nuestro artículo «253.000 millones de euros de economía sumergida», las causas de la economía sumergida cabe encontrarlas en el paro, la crisis económica, la corrupción política o la falta de voluntad real para combatir este fenómeno. Además, la economía sumergida ha demostrado ser un fenómeno ligado a otros fenómenos, como el auge y pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la falta de transparencia de las instituciones (España todavía no ha aprobado una ley en este sentido) e incluso la pasividad de una sociedad que no condena en su conjunto este tipo de prácticas.
¿Pero cómo ha evolucionado en estos últimos años? En su informe «La economía sumergida pasa factura», los técnicos de hacienda repasan la evolución de este fenómeno en los últimos 12 años de nuestro país, mostrando las diferencias entre los distintos territorios.
2000-2003 Economía Sumergida ligada a la idiosincrasia territorial
Los primeros años del siglo XXI destacan por una economía sumergida muy ligada a territorios que tradicionalmente han sido los más abonados a estas prácticas. Estamos en un momento en el que todavía no ha hecho presencia el efecto «burbuja inmobiliaria».
2004-2007 Empieza a repuntar en las zonas que especulan con el ladrillo
Nos encontramos en pleno boom inmobiliario. La economía sumergida comienza a subir significativamente en zonas que tradicionalmente albergan empresas relacionadas con la construcción o con servicios complementarios al sector inmobiliario (muebles, ventanas, puertas, etc.)
2008-2011: Se dispara en las zonas más afectadas por el crash inmobiliario
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria afecta precisamente a los territorios más dependientes de este sector. Muchas empresas y trabajadores que hasta ahora se movían en el ámbito de la legalidad, pasan a formar parte de la economía sumergida.
2012 La crisis económica convierte la economía sumergida en un fenómeno nacional
La dureza de la crisis económica y el alto índice de paro, provoca que la economía sumergida pase de estar ligada a algunos territorios y unos sectores muy concretos, a convertirse en un problema de envergadura nacional, afectando con fuerza a todos los sectores y todas las provincias, casi sin excepciones.
Año 2012: porcentaje de fraude por comunidades autónomas
Tal y como vemos en el gráfico superior, casi todas las comunidades autónomas superan o se encuentran en la órbita del 25%. De momento los técnicos no disponen de datos del año 2013, pero es de suponer que se mantengan (cuando no aumenten) las cifras del año anterior.