La mayoría de nosotros trabajamos largas horas: 40, 50 o incluso 60 horas cada semana. Pero es probable que distracciones como el entretenimiento online, los hábitos de picotear en la oficina y la gestión mal diseñada del tiempo, nos lleve a que sólo hagamos un buen trabajo una pequeña parte del día.
Desde entrepreneur nos llegan cinco pasos prácticos para incorporar en cualquier rutina de tu mañana y, de este modo, optimizar tu tiempo en la oficina y mantener la productividad durante toda la jornada:
1. 7 minutos de ejercicio
Sí, no 10, sólo siete. ¿Por qué? Es lo suficientemente corto para no afectar al resto de la rutina de tu mañana y el tiempo suficiente para eliminar cualquier lentitud residual de la noche anterior, incluido el vaso de vino extra.
Hay un sinfín de rutinas de fitness a las que recurrir, pero la que más me gusta se llama 7 Minute Workout (y sí, hay una aplicación para eso). En sólo siete minutos, se trabajan todos los grupos musculares con 12 ejercicios en total.
2. Comienza tu día verde
Claro, a todos nos han dicho que el desayuno es la comida más importante del día y, es bastante fácil tomar una tostada, un tazón de cereales, un sándwich de huevo o una taza de yogur para que comience a activarse tu metabolismo.
Si bien todas estas opciones son buenas, de vez en cuando recurre a a los saludables zumos, que requieren menos tiempo por la mañana que tostar pan y untarlo con crema de queso baja en grasa.
Voy rápido y fácil , mezcla (durante un minuto): una manzana, un plátano , una naranja, un puñado de espinacas , la mitad de un pepino y un par de cubos de hielo. Es barato, fácil y energizante.
3. Establece 3 victorias para el día
Mientras que estés esperando a que se mezcle ese batido, sigue con la conversación de la noche con tu pareja, ya sabes, la que empieza : “¿Cómo fue tu día? ”
Decide sobre las tres cosas que te gustaría lograr en las próximas 12 horas para que sientas como la jornada ha sido un éxito. Claro, no todos los días serán una victoria épica, pero formular estrategias ayudará a mover la pelota hacia adelante.
4. Bloquea tu calendario para lograr victorias
Uno de los errores más comunes que se cometen en la oficina es no planificar listas de hacer en bloques de tiempo, listas de proyectos eficaces en un plazo determinado. He encontrado que las personas que han dominado este arte tienen muchas más probabilidades de entregar las tareas a tiempo.
Es muy sencillo: Para cada una de las grandes cosas de tu lista, reserva un tiempo en tu calendario, el que estimes que la tarea podría acarrear y luego añade un 33 % más de tiempo sólo para estar seguro.
Si un proyecto conlleva varios días o tiene “derivados”, divídelo en trozos digeribles. Usa un bloque para planificar y un segundo o tercer bloque para conseguir.
Este sencillo método te ayudará a centrarte en las tareas que has priorizado sin distraerte. Demasiado a menudo, dejamos que una distracción avasalle toda una mañana, ahora no tienes que dejar que el correo electrónico de un cliente descarrile tu plan ganador del día.
5. Medita después de comer
Toma los 15 minutos después del almuerzo para volver a centrarte en el día, algo así como una especie de meditación profesional. Aléjate de tu ordenador, apágalo, ve a sentarte en una sala de conferencias y determina lo que tienes que hacer para el resto del día.
Piensa en cómo la lista que hiciste por la mañana se va perfilando. ¿Vas por delante de lo programado? ¿o por detrás? Encontrarás que estos 15 minutos te ayudan a identificar cómo te has descarriado, lo que está causando distracciones y te ayudará a redescubrir un ritmo para ser productivo durante todo el día.
Dale a esta sencilla fórmula una oportunidad durante una semana y creo que estarás satisfecho con los resultados.