¿Alguna vez has comprado un nuevo aparato o un juguete para tus hijos o para ti mismo y has visto la siempre tan molesta etiqueta de” baterías no incluidas “? Obtener las baterías adecuadas para tu nuevo artilugio es similar a encontrar la motivación adecuada para tus empleados. El objetivo final es el mismo: Energía para la acción, pero se necesita la conexión correcta para disparar ese flujo de energía.
Motivar a tu equipo puede ser más un arte que una ciencia, pero hoy os mostramos cuatro técnicas que aumentarán tus posibilidades de encontrar el combustible adecuado:
1. Céntrate en una visión más amplia
Uno de los disparadores de motivación más universales, es conectar una acción actual con una visión más amplia. Por ejemplo, cuando comenzaste tu empresa, es muy probable que tuvieras una motivación más allá del simple hecho de tener un negocio. Es posible que quisieras construir una vida mejor para ti y para tus seres queridos, para ayudar a la gente o para hacer del mundo un lugar mejor, de alguna manera. Lo que te mueve es esa visión amplia que conservas, no las tareas diarias que tengas que hacer.
Tu equipo no es diferente. Si estás viendo falta de motivación o de productividad, es probable que sea porque han perdido la conexión entre lo que están haciendo y su “por qué”. Busca su “por qué” durante las conversaciones, por lo que, cuando haya una pausa en su motivación, puedas estar ahí para recordarles la visión amplia de la que hablamos.
2. Haz hincapié en la importancia del proceso
A veces los equipos posponen las cosas porque no creen que haya nada malo en retrasar ciertas tareas. Lo que no saben, es que lo que parece intrascendente para ellos es realmente la piedra angular de tus próximos pasos. Puede que tengas que explicar la cadena de eventos que son necesarios para lograr los grandes objetivos. Ningún paso es intrascendente.
Como dicen en el teatro, no hay papeles pequeños, sólo actores pequeños. En tu empresa, no hay pequeños pasos, sólo mentalidad pequeña. Si tienes defectos en esta materia, es una buena idea hacer una auditoría y limpiar las telarañas de tus procedimientos.
3. Presta atención a lo que les entusiasma y motiva
El mejor tipo de motivación no viene de ti, sino que viene de las propias personas. Cuando estás teniendo una conversación con alguien, presta mucha atención a lo que dicen y cómo lo dicen. Lo más probable es que te estén dando pistas sobre la mejor manera de motivarles en ese momento. Me gusta llamar a estas pistas “palabras clave”. Son palabras o frases que se destacan del resto.
4. Usa el refuerzo positivo:
Una de las mejores maneras de sentar las bases para la futura motivación es reconocer y recompensar los éxitos. Si motivas a alguien a tomar medidas, pero no reconoces su realización, estarán hastiados cuando te acerques a ellos de nuevo en el futuro para otra cosa. El reconocimiento de los éxitos del pasado es un motivador para el progreso futuro. No hacerlo puede conducir a los empleados a amargarse y estar a la defensiva.
Los líderes tienen que ser una constante fuente de motivación. Tu equipo debe venir a ti para recargar sus baterías, y no dejes que invada la sensación de estar drenado. Presta atención a sus necesidades.