SEO es una de esas palabras mágicas. Todo el mundo ha oído hablar del SEO, muchos afirman conocer cómo funciona, todos los quieren y en realidad, nadie lo comprende. Todos estos ingredientes convierten al SEO en una tarea dura, aburrida e ingrata. Y es que por muchos que nos aseguren que tienen la solución a nuestros problemas, en realidad lo único que tienen son verdades a medias. En este artículo te contamos los motivos que han convertido al SEO en algo tan abstracto y complicado.
Exceso de información
Una simple búsqueda en la Red, basta para darnos cuentas que hay miles de personas que hablan sobre cómo posicionarnos con éxito en Internet. Periodistas, gurús tecnológicos, expertos, líderes de opinión. Todos parecen saber cuáles son los secretos mejor guardados de Google y la fórmula que nos va a conducir al éxito.
Y mientas que en ocasiones muchas de las indicaciones que nos dan van en el mismo sentido, otras tantas pueden ser completamente contradictorias porque lo que para unos es A, para otros claramente es B. ¿A quién escuchar? ¿Cuál es la técnica que se va a materializar en un buen resultado? ¿Cómo sabemos que no nos estamos equivocando desde el principio, siguiendo los consejos que no deberíamos?
Todo esto genera frustración en los usuarios, que acaban por concluir que lo mejor que pueden hacer, es no hacer nada.
Paciencia
Una de las razones por las que cuesta tanto hacer un buen SEO, es porque los resultados se empiezan a ver a largo plazo y los cambios que introducimos tardan mucho tiempo en producir resultados.
La indexación de nuestra página web no es un proceso tan rápido como el que podríamos imaginar y de hecho, los cambios se registran en la base de datos de Google a una velocidad que puede llegar a ser desesperante.
Hace falta por lo tanto una gran fuerza de voluntad y mucha determinación para seguir una política SEO que creemos que va a funcionar. Tanta que vamos a perder la paciencia en más de una ocasión, llegando a pensar que el SEO es la más complicada de nuestras actividades en la Red, cuando en realidad no lo es.
Cambios en el algoritmo de Google
Conocer el algoritmo de Google es el equivalente moderno de la búsqueda del Santo Grial. Solo Google conoce exactamente cómo funciona su algoritmo. Todos los demás se mueven en un mundo de dudas y medias certezas, en un escenario de ensayo y error que lleva a determinadas conclusiones que parecen funcionar, sin que en realidad nadie pueda garantizar nada.
Por si esto fuera poco, a Google le gusta cambiar periódicamente su algoritmo, consiguiendo que lo que hoy funcionaba muy bien, mañana deje de funcionar. Y si en los documentales de animales siempre hemos sentido una sincera simpatía por los osos pandas, los koalas o los pingüinos, en el mundo del SEO se pueden convertir en nuestra peor pesadilla.
Sin certezas
Si has asumido lo anterior, puede que estés decidido a tomarte el SEO muy en serio y trabajar duro para que en algún momento lleguen los resultados. Pero lo malo es que nunca vas a tener la seguridad de si eso que estás haciendo va a efectivamente traducirse en algún resultado de alguna clase o sencillamente, no va a servir para nada.
Lo único que puedes hacer es conservar la esperanza de que estás haciendo las cosas bien y cruzar los dedos para escapar de la «ira de Google». Este vivir sin certezas no sólo convierte la labor del SEO en algo realmente aburrido, sino que puede ser muy frustrante, llevándonos a pensar que todo lo que hacemos en este campo no va a servir para nada.
¿Qué es lo mejor?
De todas las técnicas que hay en el mundo SEO, no nos interesa tanto conocer cuál es la mejor, sino saber cuál es la que mejor va a funcionar para nuestro blog corporativo o nuestra publicación. ¿La mala noticia? Nadie va a poder darte una respuesta sobre qué es lo que mejor va a funcionar para tu página, porque en realidad, nadie lo sabe.
Lo cierto es que cuando hablamos de SEO no hay un único factor que explique el éxito de una página frente a su rival. Lo que para una web funciona, puede no funcionar para otra muy similar.
Tiempo
Llevar a cabo una buena estrategia SEO toma su tiempo. No sólo tenemos que preocuparnos por ejemplo por escribir un buen artículo, sino más tarde optimizarlo, preparar las palabras clave, entender si el título es «Google friendly», analizar el número y la profundidad de los enlaces que incluimos en el artículo, posiblemente utilizar un plugin que promete ayudarnos, etc.
Todo eso requiere un tiempo que bien podríamos estar invirtiendo en una actividad que a buen seguro sabemos que produce resultados. Sí sabemos que el ranking de nuestra web es revisado aproximadamente cada tres meses. Pero también sabemos que no importa lo que hagamos en ese periodo de tiempo porque puede que cuando vuelva a ser revisado, nuestro ranking siga intacto.
Tienes que ser el mejor en todo
Como todo el mundo lucha a brazo partido en el terreno del SEO, ya no vale con conocer un par de técnicas. Tenemos que estar entre los mejores, vivir constantemente actualizados, adaptándonos a los cambios en el mismo momento en el que se producen. Vivir bajo las normas de Google supone todo un desafío que o estamos dispuestos a aceptar en toda su complejidad o al que debemos renunciar si sólo queremos hacerlo a medias. La elección es nuestra.