Según revela una encuesta que Gartner ha realizado a 2.000 CIOs, en 2016, el 38% de los empleadores pedirán a los trabajadores que tengan ordenador que lo usen en el entorno de trabajo, cifra que aumentará hasta el 50% para 2017. Para la consultora esto supone un paso más allá dentro de la práctica BYOD.
Lo cierto, es que en materia de seguridad, esto supondrá un nuevo reto, ya que los dispositivos personales están menos protegidos que los empresariales, por lo que existe el riesgo de contaminar los ordenadores, tabletas o teléfonos del entorno de trabajo con nuevos virus informáticos.
Pero, no todas las firmas consultoras piensan igual que Gartner. Así, David Monk, CEO de ArcSource Consulting, una firma de investigación de mercado de California, dice que sus estudios apuntan a que un 30% de sus clientes que permiten BYOD en el lugar de trabajo aceptarán dispositivos móviles, pero sólo el 20% podría requerir el uso de ordenadores.
Para Monk, el crecimiento en la aceptación del BYOD que ha visto, está siendo impulsado por la evolución de las tecnologías en la nube, que mejoran las capacidades de seguridad, un aumento en la cantidad de trabajadores freelance y en una preferencia general por el uso de dispositivos personales con el que los empleados se sientan más cómodos. Sin embargo, en su opinión, la compañía aún debe ser responsable de proveer el equipo necesario, si el empleado no puede proporcionar el equipo adecuado para hacer el trabajo.
«Mi opinión, es que si tienes empleados que se sientan en tu oficina y trabajan todo el día, la empresa debe proporcionar el equipo, sin lugar a dudas. Creo que las tecnologías en la nube es lo que hace posible que esta tendencia avance y vaya en aumento», dijo Monk.