En la actualidad la compra de programas o equipos con un gasto y no con una inversión influye claramente en la toma de la decisión en base al precio final y no en función de la rentabilidad que dicho producto aportaría al negocio. Este eterno enfrentamiento entre el gasto y la inversión lo vuelve a poner sobre la mesa la compañía DATISA.
En palabras de Isabel Pomar, directora de marketing de DATISA:
“cualquier sistema o servicio que incrementa la productividad de la empresa, debe ser tenido en cuenta como una inversión, nunca como un generador de costes. Ésta es la primera ventaja significativa de los ERPs. Estos sistemas automatizan y optimizan la gestión de los procesos, por lo que, directamente aumentan la productividad de los empleados que podrán dedicar más tiempo a otras tareas”.
Lo cierto es que los sistemas de gestión empresarial consiguen un importante ahorro de costes, lo que repercute directamente en la cuenta de resultados de la organización y, por ende, en la productividad de la misma. El hecho de que estos sistemas favorezcan la gestión de procesos estratégicos, aquellos relacionados con la contabilidad, la tesorería, el almacén, la logística, las ventas, etc. mejorando su eficiencia, incide en un importante ahorro de tiempo y, cómo no, de recursos.
En general los aplicativos ERP ayudan al crecimiento “ordenado” de las empresas y permiten detectar aquellas áreas de mejora o de potenciación, es decir, los centros más y menos rentables por lo que, permiten establecer políticas de corrección o de dinamización, según proceda para facilitar el desarrollo de la compañía.
Isabel Pomar concluye asegurando que:
“El fin último de la actividad empresarial es el beneficio y éste se puede mejorar, no sólo impulsando la actividad industrial, sino también poniendo en marcha las herramientas necesarias para gestionar mejor el dinero y sacarle un mayor rendimiento. Hoy, las soluciones de gestión de la tesorería son una de las fuentes más seguras para la mejora sostenible de la competitividad».