La Ley de Apoyo al Emprendedor, que parte de un Real Decreto-Ley del mes de febrero, cumplió ayer miércoles su último trámite parlamentario tras la inclusión de siete enmiendas a su paso por el Senado. Durante la defensa del texto, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró que el Gobierno llega con esta ley la Ley de Emprendedores con el «ánimo abierto» a negociar con los grupos parlamentarios.
«Venimos con el ánimo abierto para que este proyecto pueda ser completado en el trámite parlamentario porque es muy importante acercar en sus contenidos y cuanto más abiertos seamos, mejor», señaló Montoro. «Cuanto esta ley salga, si está completada por las aportaciones de los grupos, saldrá más completa, más fiable que recurriendo a la mayoría absoluta del Partido Popular», incidió el ministro.
El proyecto de Ley contiene medidas sobre fiscalidad de autónomos, financiación de empresas, de lucha contra la morosidad y de liberalización del sector ferroviario y de los hidrocarburos. Con esta nueva Ley, el Gobierno pretende incentivar el primer empleo joven a través de un tipo de contrato con una duración de 6 meses, que se dirige a menores de 30 años desempleados y que contempla incentivos a su transformación en indefinido.
También se implementa una tarifa plana de 50 euros en la cotización a la Seguridad Social en los primeros seis meses, para menores de 30 años y nuevos autónomos que inicien una actividad por cuenta propia. Asimismo, se puede compatibilizar la prestación por desempleo a los menores de 30 años que inicien un negocio durante un máximo de 9 meses con hasta una capitalización del 100 % de la prestación.