Tal y como se sospechaba, Instagram permitirá compartir vídeos. La red social que fue comprada por Facebook hace poco más de un año, planta de esta forma cara a Vine, la start-up que permite compartir vídeos de menos de seis segundos y que fue recientemente comprada por Twitter.
La nueva característica estará presente tanto en la app para iOS como para la de Android, aunque en este caso sólo podrán disfrutar de la nueva experiencia los usuarios que dispongan de un teléfono equipado con Android 4.1 o superior, lo cual deja fuera a una parte importante de los usuarios que disponen de un «teléfono Google».
Lo interesante de este movimiento, más allá de valor que aporta para los usuarios, es que las empresas parecen haber llegado a la conclusión de que el vídeo tiene un mayor engagement, y va a convertirse en el protagonista mobile de un futuro muy cercano. Tal y como vimos en «Vine puede ser el big next thing en marketing», ya hay unas cuantas empresas que están experimentando con los vídeos de corta duración para atraer la atención de sus clientes, especialmente los más jóvenes.
El caso de Instagram puede ser especialmente interesante, porque en esta red social la presencia de marcas está más consolidada. El hecho de no necesitar una tercera aplicación para crear vídeos puede convertirla en una opción más atractiva para muchos usuarios, que además disponen de quince segundos para sus pequeñas creaciones (En Vine los vídeos están limitados a seis segundos).