El uso de los resultados automáticos y la vista previa en el servicio de búsqueda de Google ha sido objeto de crítica en Japón, sobre todo tras costar el puesto de trabajo a un nacional de dicho país que, ni corto ni perezoso, decidió demandar en consecuencia a los de Mountain View.
Los hechos ocurrieron cuando el autocompletado de Google enlazó el nombre del trabajadorafectado con un gran número de crímenes que, obviamente, él no había cometido pero que, por desgracia, motivaron su despido e incluso le complicaron la consecución de un nuevo empleo.
En la sentencia se condena a Google a pagar 3.082 dólares, 2.337 euros al cambio, al afectado en base a la angustia mental que sufrió, pero la misma recoge otro extremo de mayor importancia, la orden de filtrar o modificar su algoritmo de búsqueda para evitar que vuelva a ocurrir otro caso similar, algo ante lo que los de Mountain View no se sienten obligados ya que su centro de operaciones no se rige por la justicia japonesa.
Por otro lado la compañía también destacó que los resultados que ofrece su función de autocompletado son totalmente aleatorios. Queda claro que Google no está dispuesta a ceder.