Sin llegar a comportamientos exagerados, típicos de un «pelota», llegar a ser el favorito del jefe puede ser el sueño de cualquier trabajador, ya no sólo porque conservará su puesto de trabajo, en caso de que haya despidos, si no también porque todas sus ideas serán prioritarias, pudiendo aportar a la empresa mucho de si mismo.
Pero lo cierto es que, tal y como nos cuentan desde Expansión, ser el favorito del jefe puede ser un arma de doble filo, ya que en muchas ocasiones se tiende a abusar de ese empleado y en lugar de premiarle, se le castiga con una carga excesiva de trabajo. Ello es debido a que el jefe confía más en su favorito que en otros empleados. Lógicamente si se diera el caso habría que hablarlo y no quedarse con toda la carga de trabajo.
Como ocurre en cualquier relación personal, llegar a ser el brazo derecho del jefe también es una cuestión de empatía. Los valores humanos de esa persona deberán ser acordes con los del jefe, ya que eso aporta confianza, respeto y credibilidad. Según los expertos Begoña Puente, profesora de Dirección y Organización de Personas en Esade, y Diego Vicente, profesor de Comportamiento Organizacional de IE Business School, la dependencia y la falta de iniciativa son dos de los valores más detestados por los superiores.
Por tanto, «Los jefes prefieren colaboradores que aporten soluciones y no problemas, con cierta autosuficiencia -que no es lo mismo que independencia-, con iniciativa, proactividad y sobre todo, que ofrezcan resultados».
No hay que pensar que para llegar a ser el favorito no hay que exponer nuestras ideas con claridad.Precisamente hacerlo puede ser vital para que nuestro superior nos siga teniendo en cuenta. Eso sí, siempre debe hacerse con buenos argumentos y, preferiblemente, en privado.
Si entendemos favorito como persona de confianza, el jefe también puede meter la pata y delegar la gestión en un mal candidato. Un posible antídoto es detectar a los pelotas como asegura Begoña Puente: «Un buen profesional está enfocado al logro porque le motiva conseguir resultados; un pelota busca conseguir privilegios. Lo bueno es que con el tiempo, se ve cómo es cada persona».