El pasado mes de octubre os informamos de que iZettle, compañía que permite procesar pagos a través del teléfono móvil, estaba preparando su desembarco en España. Dos meses después de la noticia, la empresa ha empezado a operar en nuestro país, poniendo especial foco de atención en el segmento de las pymes y los autónomos y más concretamente en aquellos que tienen a gala eso de «no aceptar tarjetas de crédito».
Como os contamos en su momento, esta startup sueca permite realizar y aceptar pagos a través del móvil gracias a una aplicación y un accesorio que se conecta al puerto Jack de nuestro terminal Android o al dock en el caso del iPhone de Apple. para Todo lo que necesita el usuario es descargarse gratis la aplicación a través del App Store de Apple o Google Play y conectar el lector de tarjetas que la empresa está distribuyendo de forma gratuita. A partir de aquí, pymes y autónomos pueden empezar a procesar pagos desde su nuevo TPV pagando eso sí una pequeña comisión a iZettle por cada transacción realizada.
La decisión de incorporarse al mercado español viene dada según el managing director de la compañía en España, Ignacio García, por dos componentes. España es el segundo país con mayor tasa de penetración de smartphones de Europa. Por ello, «dado que el mercado de iZettle está enfocado a un mercado masivo, el poder tener disponibles más de 20 millones de potenciales clientes con iPhone o Android se convirtió en algo tremendamente atractivo para la compañía a la hora de pensar en España».
El segundo componente de esta decisión es que la gran mayoría del entorno empresarial en España se mueve a través de pequeñas y medianas empresas y autónomos. En España existen más de 2 millones de autónomos que no tienen la capacidad de poder optar a un mecanismo de pago tradicional, como el datafono, y realizan sus actividades a través de pagos en efectivo.
Es decir, la compañía no pretende que los empresarios que ya posean un datafono migren su forma de realizar las transacciones. Lo que quieren es «meter dentro del sistema a un número determinado de pymes, autónomos y particulares que solo realizaban sus operaciones con efectivo».
El lector de tarjetas, como campaña de lanzamiento, se está distribuyendo de forma gratuita. Pasado este tiempo, se comercializará a un precio de entre 30 y 50 euros.