Los gestos que hacemos nos delatan y en temas de negocios pueden, incluso, jugarnos malas pasadas, con la terrible consecuencia de no poder terminar de cerrar un trato. Teresa Baró recoge todo esto en su libro: «La gran guía del lenguaje no verbal».
En él también nos habla de que los gestos pueden ayudar a a parecer más líder: «Hay que caminar de forma segura y ligera, con el cuerpo erguido y las manos tienen que transmitir entusiasmo y subrayar lo que se dice. Además, utilizar con habilidad el contacto físico para animar, apoyar y motivar potencia relaciones de confianza, pero sin invadir el espacio personal del otro».
La autora nos da las claves para aprender a cerrar un trato:
- Apretón de manos: Un apretón flojo indica que la persona no se compromete en una relación laboral. Si es demasiado fuerte, transmite poco control.
- Mirar a los ojos: Fijar la mirada transmite seguridad y sinceridad, además de que nos interesa lo que dice el interlocutor.
- No invadir: Si invade el espacio de otra persona, esta huirá y se protegerá. Tampoco mantenerse demasiado lejos, porque hay menos opciones de conectar.
- Forma de andar: Pasos largos y pisada firme, sin olvidarse de los brazos. Para mostrar autoridad mejor quedarse de pie.
También explica que hay un gesto para cada situación:
- Una reunión: Estar bien sentado como un 4 con el tronco hacia delante. Olvídese de jugar con el boli y del ‘smartphone’.
- Hablar con el jefe: No perder contacto visual, pero sin mirarle de forma penetrante. No sentarse muy cómodamente y tener la cabeza alta.
- Dirigirse al equipo: Buscar la sala idónea para reunirse según el clima que se quiera crear y mirar a todos los miembros del equipo.