La aplicación WhastApp ha supuesto toda una revolución en el mundo de las comunicaciones móviles, llegando a desbancar, incluso, al mismísimo Messenger. Lo cierto, es que su uso en horas de trabajo puede acarrear problemas, si es que tenemos a nuestro jefe como contacto en la agenda telefónica de nuestro smartphone.
Se ha comentado mucho, cuidar nuestro perfil de Facebook, para que no se publiquen comentarios o fotos desafortunadas, actualizar Linkedin con información relevante sobre nuestra carrera profesional, etc, es esencial para disponer de una buena tarjeta de presentación en las redes sociales. Nada de esto queda completo si después no manejamos debidamente nuestro WhastApp.
Una de las primeras cosas con las que tenemos que andar con cuidado es con el estado. El estado suele ser una frase descriptiva de lo que el usuario está haciendo en ese momento. Esta frase, muchas veces no implica nada, pero, cada vez más, las personas incluyen descripciones subjetivas. No es muy extraño que gente que vuelva tras unas vacaciones, coloque en su estado frases del tipo “vuelta al horror, mañana empiezo a trabajar” o cuando están en el trabajo “agobiado y aburrido al máximo, estoy en el trabajo”. Por este motivo, es clave poner atención en lo que se escribe en el estado de la aplicación.
Otro aspecto clave a tener en cuenta si tenemos a nuestro jefe como contacto y solemos frecuentar demasiado a menudo WhastApp, es la hora de conexión. Y es que, la persona que tengamos de contacto puede ver la hora en la que realizamos nuestra última conexión o si estamos en línea. Si en la empresa se ha prohibido el uso de teléfonos móviles personales, es conveniente no abrirlo en horas de trabajo, puesto que esto quedará registrado y el jefe puede verlo.
Lo importante, lo que debemos tener muy claro, es que debemos hacer un uso responsable tanto de las redes sociales como de la aplicación.No hay que olvidar, que no sólo nos pueden estar viendo nuestros familiares y amigos.