La Tarifa de Último Recurso (TUR), a la que están acogidos más de 20 millones de consumidores, baja hoy un 2,29 % y la bombona de butano, un 4,6 %, mientras que la tarifa de gas natural se mantendrá congelada. De este modo, la bombona de butano se venderá al público a un precio máximo de 16,1 euros, lo que representa una reducción del 4,6 % (0,77 euros menos) con respecto al precio anterior.
Por otro lado, la luz se abarata por primera vez desde la liberalización del mercado y la puesta en marcha de la TUR, en julio de 2009, gracias a los precios más bajos obtenidos en la subasta mayorista de energía y a la congelación de la parte regulada de la tarifa, los denominados peajes. A pesar de ello, la rebaja de la tarifa va a ser inexistente para el consumidor por coincidir con otros factores que elevan el precio de la luz. Y es que, la caída del precio llega en un momento en que los clientes también deben encajar en sus recibos el impacto del alza del IVA, que se aplica desde el 1 de septiembre, y el pago retroactivo de otras subidas aplicadas por el Gobierno.
Al final la rebaja que se espera no es tal. Según los cálculos de la asociación de consumidores Ceaccu, la caída del precio de la luz de octubre se traduce para el ciudadano en un ahorro en su recibo de 1,65 euros, pero se queda muy por debajo del incremento de la factura en 2,25 euros que supone el alza del IVA y los 6,30 euros que conllevan las refacturaciones impuestas por el Supremo. El resultado es que el cliente pagará de media 6,90 euros más en su recibo, pese al abaratamiento del precio de la electricidad y de la rebaja anunciada.