Para cientos de ciudadanos el actual Gobierno está fracasando con su política, algunos,incluso, van más allá y lo acusan de estar hundiendo al país. En estos momentos, y tras conocer las últimas medidas aprobadas, la sensación general por parte de los ciudadanos es de desatención y de falta de seriedad, lo que ha provocado una pérdida de credibilidad en la organización.
Ahora, supongamos que nuestro país fuese una gran empresa, ¿qué aspectos harían de nuestro Gobierno una fracaso como empresa? Destacamos algunos puntos claves que resultarían vitales para la proliferación de cualquier negocio exitoso.
Incapacidad para satisfacer las necesidades reales
Los continuos conflictos y problemas a los que se enfrenta la sociedad junto a la ineficacia de sus fórmulas y acciones, así como las decisiones que perjudican a muchos ciudadanos, demuestran que como empresa, este gobierno no sería capaz de satisfacer las necesidades de sus clientes, ni mucho menos proliferar como un negocio exitoso.
Falta de transparencia
La suma de todo ello conlleva que este gobierno carezca del apoyo y la confianza popular, a lo que se suman otros aspectos vitales o importantes para una marca digna de ser deseada por millones de seguidores.
Carencia de una clara estrategia y una nefasta comunicación
Sus actuaciones o comunicados no transmiten ninguna confianza. De hecho, en ocasiones llegan a verse enfrentados por la falta de ideas claras que denotan una falta de estrategia definida en función de unos objetivos concretos.
Uso interesado de los social media
A pesar de que las redes sociales han adquirido gran popularidad entre candidatos y políticos, su interacción en las mismas parece ser oportunista y con un único fin partidista o propagandístico. No existe la interacción ni se da pie a la comunicación bidireccional, lo que es un claro ejemplo a tener en cuenta para no cometer el mismo error para nuestra empresa.
No escuchar ni tener en cuenta las quejas de los «clientes» insatisfechos
Un gobierno que intenta vendernos sus ideas y promesas como un producto cualquiera, fracasaría como empresa debido a la poca disposición e interés por escuchar o tener en consideración las quejas y sugerencias de los clientes insatisfechos con el fin de ofrecer una práctica solución.
Reputación online en continúo riesgo
La situación le supera, no sabe cómo afrontar esta situación. El principal error que comete es el de dar la espalda al problema. Nuestro actual presidente no es transparente ni sincero en sus intervenciones públicas, su comunicación deja mucho que desear, y esto es perfectamente perceptible por los ojos de quienes nos observan más allá de nuestras fronteras.
Trabajadores poco comprometidos
La estructura de un gobierno concebida como la plantilla de una empresa podría terminar provocando un auténtico desastre. Trabajadores que no cumplen una función específica o ni siquiera poseen una experiencia demostrada para ostentar el cargo que desempeñan.
No permite devoluciones ni ofrece garantías
Está claro, que si concebimos el Gobierno como una gran empresa nos encontraríamos con un gran problema. Y es que, realmente, el cliente siempre quiere que se le abone su producto si no cumple con aquello que se le prometió. En este caso, una buena empresa daría inmediatamente la posibilidad al cliente de elegir un producto nuevo, con el fin de que pueda volver a demostrar si cumple o no con su función.