A pesar de que el hecho de ser jefe sea sinónimo de mayor situación de estrés, un estudio realizado por las universidades estadounidenses de Harvard, California y Standford y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), afirma que este cargo no está asociado con niveles altos de estrés. Parece que los altos cargos poseen niveles más bajos de cortisol, conocida como la hormona del estrés, y menos ansiedad.
El equipo de Jennifer Lerner, autora principal del artículo e investigadora de la Universidad de Harvard, realizó dos estudios para probar los niveles de estrés de los líderes en comparación con el resto de trabajadores. En primer lugar, los científicos administraron cuestionarios de autoevaluación de ansiedad y posteriormente midieron los niveles de cortisol, después analiaron la saliva.
«Los líderes registraron menores niveles de cortisol y de ansiedad en comparación con los que no lo eran, sin importar edad, género y etnia», dicta el estudio. A continuación, los autores determinaron si los jefes que ocupaban puestos más poderosos y que tenían niveles más bajos de cortisol presentaban una ansiedad mayor que los líderes de niveles más bajos.
Una vez más, los autores encontraron que los líderes de las posiciones más poderosas mostraron menos estrés. «Nuestros resultados sugieren que los niveles de liderazgo podrían estar inversamente ligados al estrés», concluye el estudio, al que podéis echarle un ojo desde aquí.