Hace muy poco explicábamos que la falta de financiación «tradicional» (entidades financieras) que sufren las empresas, podía ser compensada por fuentes de financiación alternativas, como podía ser acudir a un fondo de capital riesgo.
Pues bien, las noticias que nos llegan desde este terreno tampoco son las más positivas. El último informe de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri), la inversión cayó hasta en un 44% durante el primer semestre del año, situándose en 1.145 millones de euros.
Sin embargo, la asociación destaca que el semestre, «aunque fue poco activo», es mejor que el primero del año 2009, cuando la inversión ascendió a 671 millones de euros. De esta forma, la actividad del capital riesgo vuelve a los niveles de los primeros seis meses de 2006 y 2010.
Entre enero y junio se cerraron un total de 450 operaciones, un 8% menos que el pasado año. El 78% de ellas fueron por valor de menos de 500.000 euros. En midmarket (entre 10 y 100 millones de euros) se cerraron 11 operaciones por las 20 de 2011.
En el apartado de grandes inversiones (más de 100 millones de euros), las operaciones durante el semestre fueron tres y las realizaron operadores internacionales. La mitad de las inversiones correspondieron a fase de expansión, el 47% a empresas en primeras etapas y el 1% a operaciones apalancadas.
Ascri señala que, para el conjunto de las inversiones, «continúa vivo el apetito por los sectores anticíclicos y fácilmente internacionalizables, como IT, medicina y salud, energía o biotecnología». Por número de operaciones, los sectores preferentes fueron informática (173), productos y servicios industriales (63) y otros servicios (37).