La última temporada de rebajas se ha saldado con un balance negativo para el pequeño y mediano comercio. El descenso de las ventas ha sido del 10%, siendo especialmente acusado en el interior del país, mientras que en la costa ha aumentado hasta un 30%.
El presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), Manuel García-Izquierdo, lamenta que «las expectativas que teníamos no se han cumplido, porque el consumo está cayendo a pasos agigantados». Las previsiones iniciales de la CEC eran las de poder mantener la facturación de 3.300 millones de euros del año pasado en el conjunto de sectores del comercio.
Frente a este comportamiento general, las tiendas de ropa, principales protagonistas de las rebajas, han mejorado sus estimaciones iniciales, al elevar sus ventas un 3,2% en junio, un 1,4% en julio y un 2% en agosto. Tras estos datos, el descenso acumulado en los ocho primeros meses del año se sitúa en el 2,3%.
Estos datos evidencian para el presidente de la Asociación Empresarial de Comercio Textil y Complementos (Acotex), Borja Oria, «que se produce cada vez un mayor desplazamiento de las ventas al periodo de rebajas», añadiendo que entre el 36% y el 38% de las ventas totales de este sector se realizarán este año en rebajas, al margen del 14% que concentran los centros ‘outlet’.
El Gobierno aprobó a mediados de julio una modificación de la Ley de ordenación del comercio minorista para que las ventas en rebajas puedan tener lugar en los periodos estacionales de mayor interés comercial según el criterio de cada comerciante y para que éstos también decidan libremente la duración de cada periodo de rebajas.