Portugal es otro de los países vecinos que está sufriendo una política de austeridad. No sólo afecta a funcionarios o jubilados, también a los trabajadores del sector privado. De hecho, a partir de 2013 las condiciones se van a poner aún más complicadas. Los trabajadores portugueses sufrirán un corte salarial del 7%, a través de un aumento de sus contribuciones a la Seguridad Social, que pasarán del actual 11% al 18%.
Así lo anunció a finales de la pasada semana el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, en una declaración sin derecho a preguntas. El líder conservador ha anunciado su propuesta afirmando que se trata de una «contribución equitativa, un esfuerzo de todos por un objetivo común».
Con esta medida, el Gobierno portugués espera «bajar los costes de trabajo y aumentar los incentivos al crecimiento y al desempleo», que en palabras del propio Passos Coelho tiene que ser frenado «drásticamente» porque ha alcanzado «niveles insostenibles», por encima del 15%.
El primer ministro luso también subrayó la «paciencia y el esfuerzo notable» que están teniendo los portugueses a lo largo de este último año y medio, en el que según sus propias palabras, Portugal «ha recuperado la reputación exterior».