Por primera vez, la Seguridad Social ha recurrido a una de las huchas de las pensiones para pagar las prestaciones. En este caso, ha utilizado 4.400 millones de euros correspondientes al Fondo de Prevención y Rehabilitación, que se ha nutrido de los excedentes de las mutuas por accidentes de trabajo, para apoyar el pago de la paga extra de las pensiones.
Se trata del último paso de un periplo legal iniciado en mayo para poder disponer de este fondo inactivo, antes de recurrir como último recurso al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que alcanzó los 67.948 millones, el 6,3% del PIB, y que podría tener que utilizarse, de seguir aumentando el paro, para la paga extra de Navidad o para compensar la desviación del IPC, que actualmente es de 1,7 puntos, unos 3.400 millones de euros.
Tal y como comentaba el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos: «Después de cinco años de intensa crisis, el sistema no ha necesitado aún el fondo de reserva, y nuestras pretensiones es utilizar todos los mecanismos de los que disponemos para gestionar esos compromisos, y el fondo de reserva es uno de esos mecanismos».