Si aún estas de vacaciones y temes la llegada al trabajo en septiembre por el hecho de sentir que te falta tiempo para cumplir con todo lo que tienes que hacer diariamente, pon en práctica estos consejos si no quieres caer en la denominada depresión post-vacacional.
Y es que situaciones tan cotidianas como tener sobrecarga laboral, reuniones interminables, un jefe insistente, entre otras cosas, podría manifestar una baja en tus niveles de energía y desconcentración en lo que haces, llegando al grado de perder la satisfacción por tu trabajo y un posible cuadro de estrés.
Por tanto y tal y como aconsejan desde el portal Trabajando.com:
- No olvides planificar tu día. Al llegar a tu oficina, agenda por hora tus tareas. Si tienes que hacer entrega de documentos, preparar una presentación, asistir a alguna reunión, ir al doctor u otros planes personales, es importante que lo tengas presente.
- Prioriza tus tareas. Enumera las metas que debes lograr y qué tan importante es cada una. Hazlo de forma detenida, ya que si todo es «urgente», sólo te llenarás de estrés y colapsarás.
- Decir «no» es algo que debes hacer de vez en cuando. Procura identificar las obligaciones para las que tienes tiempo, y las que simplemente no alcanzarás a cumplir. Si no lo haces, entrarás en un círculo de estrés en el que salir será otra tarea difícil.
- Organiza tu escritorio de manera que tu mente no esté distraída en el desorden. Ten lo que utilizas siempre a mano, pero no necesariamente encima de tu escritorio.
- Cumple el horario de trabajo, ni más ni menos. Evita distraerte con las conversaciones de tus compañeros, como también evita comer en el escritorio. Para ambas cosas necesitas tu espacio. Espera el momento pertinente.
- Aprovecha la mañana. Durante este horario, la mayoría de las personas tienen más energía. Intenta resolver la mayor cantidad de trabajo durante esas horas y así, durante la tarde no estarás tan estresado.