Alcatraz, compañía especializada en ayudar en el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos, ha decidido franquiciar su negocio. Entre las condiciones que se exigen para aquellos emprendedores que quieran entrar en el negocio se encuentran: Pagar un canon de entrada, entre 10.000 y 25.000 euros, en función del potencial del mercado franquiciado, además de una serie de requisitos, como aptitud, tener dotes comerciales y de gestión de equipos, ser emprendedor y desear formar parte de una empresa líder.
La política de Alcatraz establece que no existan royalties fijos para así evitar que los franquiciados tengan una estructura de costes fijos. El objetivo es repartir el trabajo con cada cliente, asumiendo la mayor parte de él desde la central de Alcatraz, que asumirá todo el coste (económico y humano) del servicio continuado de adaptación y formación, y repartiéndose la facturación obtenida. El franquiciado sólo se encargará de la visita al cliente una vez al año y de cumplimentar la ficha técnica.
Para Leopoldo Mallo, director general de Alcatraz, «la base sobre la que se sustenta esta iniciativa es que la normativa sobre Protección de Datos está presente en todos los ámbitos y actividades, marca una serie de límites a la utilización de los datos personales afectando a todas las empresas, públicas y privadas e independientemente de su tamaño ya que, en mayor o menor medida, todas tratan o manejan datos de carácter personal de personas físicas (clientes, proveedores, empleados, colaboradores, accionistas…) registrados en algún tipo de soporte y que los haga susceptibles de tratamiento. Por esta razón, la potencialidad de los servicios y soluciones aportados por Alcatraz no tiene límites. Su actividad se basa en el desarrollo de una normativa obligatoria para el cien por cien de las empresas y profesionales».