Aunque los rumores son difusos, cada vez hay más indicios que apuntan a que el mes de agosto podría producirse una huelga de autónomos. Tras las medidas aprobadas por el Gobierno el pasado 13 de julio el colectivo de trabajadores autónomos que estaba luchando por sobrevivir a la crisis, se encuentra en una situación que bordea la desesperación.
La subida desproporcionada del IVA, que pasará en sectores como el cine o las peluquerías del 8% al 21%, aboca a muchas pequeñas empresas al cierre y a miles de profesionales a poner fin a su actividad. A esto hay que unirle que también la retención de IRPF para este colectivo ha pasado del 15% al 21% lo cual no hace sino agravar la situación.
Ante este panorama, Benjami Villoslada, confundadador de Menéame, que hace una semana lanzó el siguiente reto: ¿Qué pasaría si los tres millones de autónomos que hay en España se diesen de baja un mes? ¿Qué pasaría si realmente se produjese una huelga de autónomos? La reacción en las redes sociales no se ha hecho esperar: en poco más de una semana el descontento se ha traducido en el hashtag #huelgaautónomos y un blog.
Resulta utópico pensar que en lo que queda de mes, casi tres millones de trabajadores autónomos vayan a darse de baja (por ejemplo lo que tengan trabajadores a su cargo no podrían hacerlo), pero el descontento es tal que podríamos asistir a lo que probablemente sea el primer cierre patronal colectivo de la historia de nuestro país.
¿Cuáles serían las consecuencias de una participación masiva en esta convocatoria? En El Confidencial estiman que si todos los trabajadores autónomos que pueden acogerse a la huelga ejercieran este «derecho» (en principio la legislación no lo recoge), podrían producir una pérdida de 750 millones de euros para las arcas del Estado durante el mes de agosto. Tenga o no éxito la #huelgadeautónomos lo cierto es que se trata de toda una llamada de atención, un grito que apela a que las cosas se pueden hacer de otra manera.