La OCU cree que la liberalización de horarios comerciales, lejos de perjudicar al pequeño comercio, se ha quedado corta. La propuesta del Gobierno es para esta asociación un paso en la buena dirección, pero defiende que los consumidores necesitan «aún más libertad para poder hacer sus compras».
«Esta medida pone de manifiesto que, pese a sus buenas intenciones, el Gobierno parece incapaz de resolver el problema de la apertura del comercio en España», señala la organización en un comunicado. En concreto, indica que una ampliación de ocho a diez días el mínimo de aperturas en festivos es «claramente insuficiente», mientras que valora el aumento del horario de apertura 72 a 90 horas semanales para días laborales, porque «permitirá a los comerciantes adaptarse mejor a las necesidades reales de los consumidores».
Respecto a la obligación de delimitar un área con libertad de apertura comercial en ciudades con una gran afluencia turística, la OCU considera que se trata de «una buena medida» que beneficiará a los consumidores y visitantes de esas ciudades. No obstante, la organización criticó que «saber en qué ciudades o en qué comunidades autónomas se puede comprar en festivos y en qué fechas será todo un acertijo».
Para la OCU, «llama la atención que los poderes públicos puedan prohibir un acto de libertad tan simple como el de que un comerciante abra sus puertas para que un ciudadano pueda comprar sus productos», por lo que avanza que se dirigirá al Gobierno para pedir que la modificación de la normativa incluya una mayor flexibilidad de horarios y festivos de apertura