El sector hostelero y las empresas turísticas en general, serán las más perjudicadas por la subida del IVA, ya que mucho de sus productos y servicios pasarán de tributar un 8% a hacerlo por un 18%.
Algunas intentarán asumir internamente está subida del IVA y no repercutirla sobre el consumidor. No obstante, el sector asegura «sólo entre un 5% y un 10% de las empresas turísticas podría asumir una subida del IVA en sus cuentas de resultados sin entrar en pérdidas».
Los empresarios turísticos vienen reclamando que se mantenga el IVA reducido para el sector, ya que una subida de 10 puntos en el IVA aplicado cuando la rentabilidad del sector oscila entre un 4% y un 5% sobre las ventas es difícil de asumir.
«Afrontar un escenario con un IVA al 18% en julio supondría un impacto brutal en plena temporada de verano, que tendría que absorber las empresas en su totalidad, al no poder repercutir la subida en los precios».
Las mismas fuentes insistieron en que tal subida no es repercutible en el cliente final, ya que, en el mejor de los casos, se produciría «un efecto disuasorio» sobre la demanda. «Si repercutimos esta subida encarecemos el producto con lo que bajará la propensión a consumir tanto por parte de los españoles como por los visitantes extranjeros», lamentaron.
Asimismo, mostraron su preocupación por una eventual subida a partir de octubre, cuyo impacto se dejaría notar el año que viene, y que supondría tener que negociar con los touroperadores mejores condiciones.