La morosidad de ha convertido en el principal enemigo de las empresas. Según afirma la «Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM)», se ha convertido en un problema tan grave que durante la crisis económica, se puede decir sin tapujos que una de cada tres empresas que se han visto obligadas a cerrar, lo han hecho a causa del retraso en los pagos.
Tal y como recuerda en portavoz de la PMcM, Antonio Cañete, «la morosidad es la segunda causa del cierre de empresas en España por detrás de la falta de financiación» e indica durante la presentación de un informe que analiza los impagos entre empresas que «cerca de 14.000 empresas analizadas tienen unas necesidades de tesorería derivadas del retraso de los pagos de entre 80.000 y 120.000 millones de euros»
Por su parte, el presidente de la PMcM Rafael Barón, indica que «el retraso de los pagos provoca la falta de competitividad de las empresas españolas», ya que «el sector privado está cobrando a plazos de más del doble que el resto de países civilizados», a lo que hay que sumar «el aumento del coste del dinero.
El plazo medio de pago a proveedores por parte del sector privado se dilató en 2010 en España hasta tres meses y medio (105 días), frente a los 85 que establecía la Ley de Lucha contra la Morosidad en las Operaciones Comerciales, aprobada ese año.