Cuarenta años después de que nuestros abuelos marcharan a Suiza en busca de un futuro mejor, son muchos los españoles que vuelven a este país europeo a refugiarse contra la crisis y el paro que azota nuestro país. En 1974 llegaron a vivir en Suiza 176.635 españoles, una cifra que fue disminuyendo progresivamente hasta 2009.
A partir de este año, doce meses después del estallido de la crisis y del pinchazo de la burbuja inmobiliaria en España, la tendencia volvió a cambiar y los españoles de nuevo pusieron sus ojos en Suiza en busca de una oportunidad laboral, tal y como indican las estadísticas.
Según la Oficina Federal de Migración (OFM) helvética, en 2010 llegaron a Suiza 3.258 españoles con permiso de residencia y en 2011 la cifra aumentó hasta los 4.584 nuevos inmigrantes con este tipo de permiso, lo que supone un incremento interanual del 41%, situando la cifra actual de residentes españoles en más de 93.000.
Las cosas han cambiado mucho, y si el perfil de los inmigrantes de hace 40 años era el de empleados poco cualificados, los de ahora comparten protagonismo con los arquitectos, los ingenieros y el personal de administración que demanda en estos momentos el mercado laboral suizo.