Cuando se convoca una jornada de huelga general, lo normal es que las grandes empresas, el sector industrial o el transporte sean los primeros en «sufrir las consecuencias». En parte porque todas estas empresas cuentan con sindicatos que amparan a los trabajadores que quieren ejercer su derecho a huelga, en parte porque son las primeras que están en el punto de mira de los piquetes informativos y en parte, porque el trabajador se siente más arropado.
¿Qué ocurre en las pequeñas empresas?En las empresas que tienen menos de veinte empleados (la mayoría de nuestro país) la jornada de huelga no se vive de la misma forma. Varios son los motivos. En primer lugar, suele existir una conexión más fuerte entre trabajador y empresario y la relación personal es más intensa. Esto se traduce que bien el trabajador no quiera perjudicar al empresario que le está dando un trabajo o viceversa, sea el empresario que de forma más o menos directa coaccione al trabajador para que renuncie a su legítimo derecho.
Por otro lado, la ausencia de una representación sindical clara, o el hecho de que muchos por motivos económicos no puedan permitirse dejar de acudir a su puesto de trabajo durante un día, son posibles motivos que también explican por qué normalmente este tipo de convocatorias tienen menos incidencia en las pymes.
De hecho tal y como ha señalado Jesús Terciado, presidente de Cepyme, «el seguimiento en las pequeñas y medianas empresas ha sido escaso y casi testimonial en la mayoría de sectores». Terciado ha añadido que «el comercio ha abierto sin dificultades, aunque algunos han tenido que retrasar la hora de apertura por la presencia de piquetes».
En el caso de los autónomos, figura poco propensa a participar en huelgas (por eso de no hacerse huelgas a sí mismos) el presidente de CEAT, Pedro Barato, ha destacado la «normalidad absoluta» que ha vivido este colectivo, sobre todo en algunos sectores, salvo alguna «pequeña anécdota» en el sector agrario y en el del taxi.
Aunque tomemos estas declaraciones de forma prudente y con todos los matices que queramos señalar, lo cierto es que pymes y grandes empresas viven una jornada de huelga general de una forma completamente diferente.