Aunque todos los expertos abogan por una mayor conciliación de la vida laboral y personal y una racionalización de los horarios de trabajo, lo cierto es que el miedo a perder el puesto de trabajo lleva a los españoles a pasar muchas más horas de las necesarias en la oficina.
De hecho, el que ya se conoce como presentismo laboral, ha aumentado 40 puntos en dos años, pasando del 45% de los trabajadores en 2010 a un más que significativo 85% en 2012 lo cual significa que ocho de cada diez trabajadores pasan más horas de las necesarias en su puesto de trabajo.
Según una encuesta de Randstat, de ese 85% de trabajadores que ‘alargan’ su jornada en la empresa, seis de cada diez argumentan que lo hacen por temor a perder su empleo, mientras que el 24% se queda en su puesto porque falta personal.
El perfil del ‘presentista’ se corresponde con el de un varón, menor de 25 años y con estudios básicos. Para Randstad, ello tiene que ver con que los jóvenes son precisamente los que más están sufriendo el desempleo, con una tasa de paro que alcanza el 46,4%, y por lo tanto, son los que más miedo tienen a quedarse en la calle.
El estudio pone de manifiesto que el aumento de la jornada laboral no tiene nada que ver con la productividad, sino con el deseo del trabajador de asegurarse su empleo.