Podemos considerar que una buena tienda on-line es aquella que consigue llevar con éxito al consumidor desde que elige el producto que quiere comprar, hasta que finalmente lo paga. Debería ser un proceso sencillo de implementar , pero la realidad insiste en que el 65% de los consumidores que entran en una web con la intención de comprar, acaban por abandonar el proceso.
¿Qué es lo que ocurre? ¿Por qué un porcentaje tan elevado de consumidores deciden abandonar el «carrito de compra»? Aunque muchas veces en MuyPymes hemos explicado que factores como un buen diseño, y la sencillez son claves para una buena tienda on-line, por sí solos no bastan para aumentar el ratio de conversión. En Smallbiztechnology hacen referencia a otros factores como:
Más seguridad
El principal miedo que tienen los consumidores a la hora de comprar en la Red es que alguien pueda hacerse con los datos de su tarjeta de crédito. No basta por lo tanto, apostar por un diseño bonito sino que hay que demostrar que nos preocupamos por la seguridad.
Esta preocupación por la seguridad se demuestra en primer lugar ofreciendo un servidor seguro, es decir que a la hora de introducir los datos, nuestro cliente se encuentre en una página https: y no en una «simple http:».
En segundo lugar debemos apostar por plataformas de pago que pidan a nuestro cliente el número CCV de su tarjeta (número de tres cifras que se encuentra en el dorso) ya que se trata de un dato que refuerza aún más la seguridad del documento de pago.
Optemos en este sentido, por una pasarela de pago estandarizada. Nada de intentar una aventura «en solitario» o aceptar únicamente transferencias bancarias o incluso cheques. El consumidor está acostumbrado a una forma de pagar, no es el momento de ser «imaginativos».
Por último, hay que tener en cuenta que no basta con ser seguros, sino también hay que parecerlo. Hagamos «marketing» de nuestra seguridad. Sin aspavientos, incluyamos los emblemas e iconos que certifican que todo el proceso de compra en transparente y que el consumidor no corre ningún riesgo al confiar en nosotros.
Más usabilidad
Junto a la seguridad, es importante que nuestra tienda on-line haga una apuesta seria por la usabilidad. Una de las bases sobre las que se asienta es la apuesta por poner las cosas fáciles. El virtuosismo en el diseño gráfico está muy bien, pero a lo mejor nuestra tienda on-line no es el mejor sitio en el que experimentar.
Si al pulsar sobre un artículo se añade al carrito de compra, deberíamos incluir un texto que pusiera «añadir al carrito de compra». Debería ser fácil comprobar en todo momento qué artículos hemos añadido a nuestro carrito y por supuesto, poder acceder en cualquier momento al check-out con facilidad. La idea es que el consumidor pueda pagar en cualquier momento y que no tenga que tardar más de tres segundos en localizar el enlace desde donde poder hacerlo.
La idea de que «menos es más» cobra especial sentido en una tienda on-line. Sobran todos los elementos que no estén relacionados con el proceso de compra y especialmente cuando el consumidor revisa su carrito, debe encontrarse con un diseño minimalista, que no genere ningún tipo de confusión.
Por otro lado, cuando nuestro consumidor se encuentra revisando su posible compra, llega el momento de decir adiós a todas las técnicas de marketing que hemos empleado en nuestra web. Si ya le hemos convencido de que llegue hasta aquí, no es el momento de arriesgarnos a perderle con ofertas de «último segundo», pop-ups y otros elementos molestos que le distraigan de la acción principal: pagar.
