Los suizos están más que satisfechos con sus cuatro semanas anuales de vacaciones pagadas. De hecho, hasta un 67% de los mismos rechazó ayer en referéndum, el aumentar sus vacaciones remuneradas hasta las seis semanas.
La mayoría de los partidos políticos, el Gobierno y las organizaciones patronales habían pedido el voto en contra de la propuesta, ya que según advertían, implicaría una subida de los costes laborales y una menor competitividad de Suiza.
«El ‘no’ a la propuesta de vacaciones significa sobre todo un ‘sí’ a mantener la competitividad de las empresas suizas y a garantizar los puestos de trabajo», ha asegurado la principal organización patronal suiza en un comunicado. Enfrente, los sindicatos defendían que el nivel de estrés cada vez mayor en los trabajos requeriría un incremento proporcional de las vacaciones.
Ayer se votaron varias propuestas más, como la reinstauración de los precios fijos para los libros, que ha sido rechazada, o la limitación del número de segundas residencias al 20 por ciento por comuna, que sí ha salido adelante.