No importa si son emprendedores, escritores, diseñadores gráficos o fontaneros. La mayoría de ellos coinciden. Las mejores ideas se les ocurren en la ducha. Esos diez minutos matutinos, en el que el cerebro comienza de cero tras el sueño nocturno, son los más prolíficos de todo el día.
Y si no que se lo digan a Asier Arranz, un joven emprendedor que acaba de ganar el primer premio del Green Hackathon de Barcelona gracias a una estupenda idea de negocio que se le ocurrió con se encontraba sumergido en el líquido elemento.
Su idea nace al observar las deficiencias que actualmente presenta el sistema de alquiler de bicicletas de la ciudad condal: la mayoría de las personas las utilizan para bajar cuestas, pero después pocas se preocupan en subirlas y como consecuencia, algunas estaciones de bicing se encuentran desabastecidas.
Para resolver el problema, Arranz planteó una solución lógica: premiar con descuentos en su tarifa anual a los usuarios que se tomen la «molestia» de volver a subir las bicicletas a esas estaciones de «difícil acceso». Para conseguirlo, nada mejor que la tecnología y un sistema que incluye micropagos + NFC para poner en marcha la solución. El propio Arranz nos cuenta toda su experiencia en su blog personal.
En cuanto a la importancia que ha tenido la ducha en toda esta historia, nuestro protagonista explica ayer en Loogic que «La ducha es el mejor lugar para que las ideas surjan, deberían poner duchas en cada departamento de I+D de las grandes empresas! Creo que en todos los concursos que he ganado, la idea clave apareció en la ducha».