Basado en el corcho que nos podemos encontrar en toda universidad o colegio donde se exponen las notas importantes, nace Pinterest. Esta start-up social ya ha enganchado a más de 4 millones y cuidado, porque parece que produce adicción.
A diferencia de Facebook o Tuenti, en esta comunidad la vida personal no tiene demasiado importancia. La idea de Paul Sciarra, Evan Sharp y Ben Silbermann, sus creadores, es que el tablón de Pinterest sirva para «organizar y compartir todas las cosas hermosas que encuentres en la web».
La moda de Pinterest es tal que hay lista de espera para entrar. Muchos usuarios quieren probar esta red social que se ha vuelto famosa en cuestión de semanas.
Su funcionamiento es simple. Una vez que hayamos conseguido entrar, podemos subir una fotografía almacenada en nuestro ordenador o que capturemos con una webcam. A partir de ahí, el resto de usuarios pueden valorar la instantánea y nosotros podremos hacer lo mismo con las del resto.
Y ¿cuál es la novedad? Quizás sea una combinación entre la moda y el uso que le podemos dar. Algunos usuarios están utilizando la plataforma para colgar sus productos preferidos y redirigir hacia la tienda on-line donde lo han visto o comprado. De hecho, el éxito de esta opción es tal que según un estudio de Monetate, en el quinto sitio que más tráfico da a las tiendas de venta al por menor.
No obstante, al menos por el momento, Pinterest está cerrado para empresas que tengan intenciones comerciales. Así, no se conoce cuál es su modelo de negocio. Lo único que se puede decir es que está causando furor en la Red y la viralidad le está ayudando a crecer de forma muy rápida. Sólo esperamos que no sea una cuestión de días como sucedió con otros servicios sociales.