Mariano Rajoy ha avisado que la reforma laboral que prepara su Ejecutivo no va a gustar a todos. Tras ser «cazado» comentando que le «iba a costar una huelga general», no tuvo más remedio que explicar en rueda de prensa que efectivamente, las decisiones que se van a tomar no van a ser fáciles.
Aún así, reclamó a sindicatos y a la patronal una «buena disposición» ante una reforma laboral con la que se pretende atacar una «situación muy compleja».
Al ser preguntado por las declaraciones (fuera de micrófono) en las que auguraba una huelga general, el presidente del Gobierno ha considerado que es una posibilidad muy real, «porque al partido socialista le hicieron una huelga por una reforma laboral que, como todo el mundo sabe, no sirvió absolutamente para nada». «Sería un irresponsable si no fuera consciente», ha sentenciado.
«Sé que no van a gustar muchas cosas a los sindicatos o a los empresarios. Pero nosotros tenemos la obligación de gobernar», ha insistido Rajoy. «Espero que haya una buena disposición por parte de todo el mundo, prime el sentido común y se entienda que España está en una situación muy compleja ahora y que el objetivo es salir de ella, crecer y crear empleo», ha defendido.
El presidente del Gobierno ha vuelto a elogiar el acuerdo de moderación salarial alcanzado entre patronal y sindicatos, pero ha señalado que la reforma laboral «hoy en España es imprescindible, la demanda todo el mundo y la demandan sobre todo los españoles».