El anteproyecto de Ley de Estabilidad Presupuestaria aprobado por el Gobierno el pasado viernes contempla la posibilidad de que el Ejecutivo se plantee la reforma de las pensiones si el déficit sigue el alza. Aunque dicha reforma no entrará en vigor hasta 2013, esta revisión podría suponer un retraso en la edad de jubilación más allá de los 67 años, que se acordó establecer de forma gradual hasta 2027, o el adelanto de los plazos.
De este modo, el Ejecutivo no esperaría a 2027 para usar el factor de sostenibilidad y podría empezar la reforma mucho antes, teniendo en cuenta la tasa de paro, la situación económica y el déficit de la Seguridad Social.
El próximo mes, una vez que Bruselas establezca el cuadro macroeconómico, dará a conocer las proyecciones de déficit del conjunto de las administraciones, incluida la Seguridad Social.
Según se aclara en el preámbulo de la ley de pensiones, «los parámetros fundamentales del sistema», entre ellos la edad de jubilación, se revisarán por las diferencias entre la evolución de la esperanza de vida a los 67 años de la población en el año en que se efectúe la revisión y la esperanza de vida a los 67 años en 2027. Dichas revisiones se efectuarán cada cinco años, es decir, a partir de 2027.