La morosidad empresarial (porcentaje de impagos respecto al total de la facturación) alcanzó el 7,1% en 2011, lo que significa un «notable» empeoramiento respecto al 5,1% de 2010, según las conclusiones del estudio elaborado por la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM).
«El problema de la morosidad es tan importante como la reforma laboral, ya que es uno de los elementos más importantes para ser competitivos y mantener el empleo», afirmó el presidente de la PMcM, Rafael Barón Crespo, durante la presentación del estudio.
El 40,1% de las empresas encuestadas (el 94,4% eran pymes y autónomos) afirmó haber tenido más impagos en 2011 que el año anterior. El plazo medio de cobro en el sector privado en 2011 fue de 98 días, lo que significó un aumento de cinco días respecto a 2010, año en el que se aprobó la nueva Ley de Morosidad 15/2010.
La Ley de Morosidad estableció un calendario de aplicación que quedó fijado en 85 días para 2011, 75 días en 2012 y, finalmente, el tope de 50 días a partir de 2013. Sin embargo un 33,7% de las empresas encuestadas percibieron plazos de cobro más largos, un 41,9% similares y un 24,4% inferiores a los de 2010.
Por su parte, el plazo medio de pago de las administraciones públicas a sus proveedores se cifró en 162 días, cinco días por encima del plazo de 2010 y ocho días por encima del plazo de 154 de 2009. La Ley de Morosidad fijó el plazo legal en 50 días. El 51,7% de las empresas encuestadas aseguraron que en 2011 los plazos de cobro fueron aun más largos que en 2010.
El portavoz de la PMcM, Antoni Cañete, explicó que «la deuda pública de las administraciones no puede seguir aumentando», por lo que explicó que la plataforma está «dispuesta» a dialogar la «anulación de la deuda histórica» a las administraciones públicas.