Patronal y sindicatos no han sido capaces de llegar a un acuerdo para reformar el mercado de trabajo y el tiempo para la negociación parece haber llegado a su fin. Ambas posturas parecen estar tan alejadas que ni siquiera se han producido encuentros durante este fin de semana. En los anteriores, no se han producido acercamientos en las cuestiones más espinosas como la evolución de los salarios, el coste de los despidos o la contratación a tiempo parcial.
El Gobierno otorgó a los agentes sociales dos días de gracia después de que el pasado viernes, 13 de enero, el Consejo de Ministros analizara el documento remitido por sindicatos y empresarios con los acuerdos alcanzados hasta el momento sobre racionalización de festivos, solución extrajudicial de conflictos, formación, absentismo y mutuas, reflexión sobre las jubilaciones anticipadas y las medidas de prejubilación y bonificaciones y reposición de prestaciones en los EREs.
El Ejecutivo consideró que estos acuerdos eran «insuficientes» y dio 48 horas más a patronal y sindicatos para negociar. Sin embargo, las posiciones estaban tan enrocadas que el plazo se ha consumido sin que se haya producido ningún movimiento y sin acuerdo. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió ayer a las organizaciones empresariales y sindicales que apuraran «las horas y los minutos» para llegar a un acuerdo.
Los sindicatos quieren seguir negociando
Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo, y Cándido Méndez, reconocieron este fin semana en sendas entrevistas en el diario ‘Público’ que «no hay reuniones» con la patronal pero muestran su voluntad de seguir negociando la reforma laboral pese al plazo marcado por el Ejecutivo.
La pelota está ahora en el tejado del Gobierno. Fuentes del Ministerio de Empleo sostienen que podría ser «prematuro» que el Consejo de Ministros del próximo viernes 20 de enero tomara las primeras decisiones en materia laboral, si bien no cerraron la puerta a que pudiera darse luz verde a algunos de los temas consensuados durante las negociaciones.
El Gobierno, que se ha marcado el primer trimestre como plazo para aprobar el conjunto de la reforma laboral, preferiblemente antes del 15 de febrero, podría aprobar un nuevo contrato de crisis con despido más barato, puesto que está fue una de las peticiones que trasladó a los agentes sociales el presidente del Gobierno, según ha desvelado la patronal.