Los agentes sociales se encuentran en estos momentos negociando una reforma laboral exprés que se espera esté acordada en sus principales puntos antes del próximo 7 de enero, momento en el cual el Gobierno podría legislar si no hay un acuerdo claro entre las partes.
Tanto los presidentes de CEOE-Cepyme, Juan Rosell y Jesús Terciado,como los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, se implicarán personalmente en esta fase de la negociación en aras de alcanzar una propuesta de consenso.
En el caso de que una vez cumplido el plazo fijado por el Gobierno no haya un acuerdo global entre patronal y sindicatos es previsible que el Ejecutivo legisle, aunque desde el Ministerio de Empleo no se ha aclarado si cabría un primer acuerdo de mínimos en enero y una nueva prórroga hasta marzo para que las partes puedan seguir negociando los asuntos más espinosos.
A la vista del decreto de medidas urgentes aprobado el pasado viernes, al Ejecutivo no le temblará tampoco el pulso si tiene que legislar unilateralmente la nueva reforma del mercado de trabajo, lo que podría servir de acicate para que en los próximos días se produjese un acercamiento de posturas entre los agentes sociales.
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, se encargó en la reciente ronda de contactos con los ‘primeras espadas’ de la patronal y los sindicatos de transmitirles esta urgencia, algo que, según dijo posteriormente, fue acogido con buena voluntad por sus interlocutores.
Sin embargo, será difícil que los agentes sociales den pasos al frente que no se hayan dado hasta ahora. Por el momento, solo habría cuatro ámbitos en los que el acuerdo estaría prácticamente cerrado: la redistribución de los festivos, la solución extrajudicial de los conflictos, mutuas y absentismo y formación.