La nueva Ley Concursal, aprobada el pasado mes de septiembre, entra en vigor a partir de hoy. Con la puesta en marcha de la nueva Ley, empresas y familias tendrán más fácil el poder renegociar sus deudas y en muchos casos, podrán evitar entrar en concurso de acreedores.
La nueva ley establece que las empresas en dificultades puedan llegar a acuerdos de refinanciación previos a la declaración de insolvencia si reciben el respaldo de los acreedores que representen el 60% de las deudas y cuenten con el informe favorable de un experto independiente.
De esta forma, se corrige la capacidad que tenían las minorías para bloquear los acuerdos y que ha obligado a muchas empresas a verse abocadas al concurso de acreedores. Más del 90% de los procesos concursales en España acaban en liquidación. Por otro lado, en los nuevos procesos concursales se facilitará la entrada de liquidez en las empresas para evitar el deterioro de la situación de impagos.
En cuanto al endeudamiento personal o familiar, la nueva Ley Concursal introduce soluciones extrajudiciales que favorezcan la renegociación de las deudas con la intervención de mediadores o de pactos notariales. Con esta reforma de la Ley Concursal, el Gobierno socialista trató de subsanar algunos errores de la anterior, aprobada en 2007. Los concursos de acreedores batieron un nuevo récord durante el tercer trimestre de 2011 sumando un total de 1.817 procedimientos, lo que supone un incremento del 16% respecto al mismo periodo de 2010 y la cifra histórica más alta desde que se inició la serie estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el año 2004.