No queremos llamar a engaños. Poner en marcha una empresa no es algo sencillo, pero tampoco un imposible. De hecho, lo más complejo no es arrancar… sino mantener a flote el negocio. Por ello, en Muy Pymes os damos cuatro puntos clave para plantearte tu proyecto empresarial. ¡Adelante!
- Esfuerzo y dedicación. Hay que saber que, como ya presentábamos al comenzar, una empresa no es cualquier cosa. Lo más importante es que tengas claras las ideas y seas consciente de que esto es una carrera de fondo a la que deberás dedicarle muchas horas y mucho esfuerzo. El trabajo duro, la constancia y la entrega serán claves para que tu iniciativa salga a delante.
- Sacrificio, sacrificio… y más sacrificio. Sí. Aunque suene aterrador no es para tanto. Solamente nos referimos a que en los primeros meses, el primer año y puede que el segundo, no veremos beneficios. Pero eso es normal. Todo negocio que nace exige esfuerzos, como decíamos, y sacrificio tanto personal y profesional como económico.
- Optimismo ante todo. Entona el “Resistiré” o “Yes, we can” y ponte el mundo por montera. Hay que ser optimistas, pensar que todo irá bien y contagiar ese ánimo y sentimiento tanto a las personas que trabajen contigo como a los posibles primeros clientes con los que vayas contactando. El éxito llegará, seguro, pero hay que ser pacientes y no caer en el desánimo. Aléjate de todas aquellas personas que te dicen que pongas los pies en la tierra. Tú los tienes bien plantados, simplemente estás mirando al horizonte, nada más.
- Cuestiona tus métodos de trabajo. Revisa los pasos que vayas dando y analiza si estás obteniendo los resultados que querías. Has de plantearte pequeñas metas para, poco a poco, ir alcanzando esas mini cimas que te llevarán a coronar la montaña. Así es más fácil detectar cuando algo falla y replantearte estrategias en caso de ser necesario.