Hace 18 meses se ponía en marcha el que sería el más grande o uno de los mayores viveros de empresas de nuestro país. Fue inaugurado en la Comunidad Valenciana, por el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Pasado este año y medio, en esa incubadora empresarial no hay nadie haciendo realidad su proyecto de negocio. Es decir, es como si estuviéramos ante un jardín sin plantas que vayan germinando ni flores o frutos que recoger en un futuro.
Esta lanzadera para emprendedores fue pagada con fondos europeos, con una inversión de 2.398.000 euros y está en Alicante, cuenta con 22 naves para albergar iniciativas empresariales. Por el momento, según apuntan desde la Cámara de Comercio alicantina, solo hay ocupadas cuatro oficinas. El resto del proyecto, una segunda fase de 16 superficies y un edificio polivalente de 1.000 metros cuadrados, se supone que está destinado a albergar asociaciones empresariales pero está parado sin fecha de reinicio de actividad.
La Cámara de Comercio de Alicante asegura que esta situación se deba a la prolongación de la crisis económica, además de por la sobreoferta de naves industriales que hay en Ibi, una localidad con mucho suelo industrial por ocupar. Desde esta entidad cameral apuntan que están buscando soluciones para reactivar el vivero en colaboración con Promoibi, la agencia de promoción económica local. Entre esas alternativas, plantea ofrecer usos compartidos en una misma nave para empresas complementarias, un mayor periodo de carencia para las empresas alquiladas o dar entrada a las organizaciones empresariales de la zona.
Otra de las posibles soluciones está en el alquiler de estas naves, algo que desde la Cámara afirman ya se están planteando. Durante el primer trimestre de este año rebajaron el precio del alquiler de las naves y ello facilitó que la ocupación pasara de una a cuatro naves. La entidad cameral deja claro que hasta que la primera fase no esté llena no abordarán la segunda.