Al menos 3 veces por semana, el 42% de los trabajadores españoles se llevan tareas profesionales a casa. Esta es la principal conclusión de un estudio global de Regus, que asegura que la conciliación entre la vida profesional y familiar todavía es una asignatura pendiente en España.
Según el estudio, el 48% de los trabajadores de pymes suelen llevarse trabajo a casa al menos tres veces por semana, frente al 29% de aquellos pertenecientes a grandes compañías. También existen diferencias entre los ‘empleados remotos’ y aquellos que trabajan desde la oficina, ascendiendo la cifra al 59% en el primero de los casos y descendiendo al 26% en el caso de los trabajadores tradicionales.
La reducción de las plantillas y la necesaria justificación de la productividad suponen para muchos empleados la realización de largas jornadas laborales. En este sentido, el 10% de los trabajadores españoles trabaja de forma regular más de 11 horas diarias. Un porcentaje que aumenta al 14% en el caso de los ‘trabajadores remotos’, en comparación con el 6% de los trabajadores de oficina.
Olivier de Lavalette, director de Regus en Europa del sur señala: «Este estudio demuestra una cierta desaparición de la línea entre el trabajo y la vida privada en España. Los efectos a largo plazo de este exceso de trabajo podrían ser perjudiciales tanto para la salud de los trabajadores como para la productividad general».