Innovar es una de las vías mediante las cuales las empresas se vuelven más competitivas, una de las herramientas que mejor puede ayudar a las pymes a salir de la crisis. En España, la innovación se abre camino a marchas forzadas y según recoge el estudio de la Comisión Europea «Política industrial: reforzar la competitividad», únicamente el 43,5% de las empresas de nuestro país innovan.
Este porcentaje nos remite una vez más al vagón de cola de la UE, cuyo valor medio se sitúa ocho puntos por encima del español. Pero peor aún es la situación si restringimos el campo a la clásica UE-15, donde aquí sí, ocupamos el último lugar.
El porcentaje de España contrasta con el de otros países europeos, como Alemania, donde el 80% de sus empresas son innovadoras. Luxemburgo alcanza el 64,7%, mientras que Bélgica baja a un 58,1% y Portugal se queda en el 57,8%.
Irlanda, Estonia, Austria, Chipre y la República Checa cuentan con un 56% de empresas innovadoras. Suecia, Italia, Finlandia y Dinamarca también logran superar el promedio de la UE-27 del 51,6%.
En Eslovenia y Francia, la mitad de las empresas son innovadoras, mientras que la cifra se reduce al entorno del 45% en Reino Unido y los Países Bajos. Letonia es el país con la menor proporción de este tipo de empresas, con un 24,3% del total.