España ha descubierto en los últimos diez años, el potencial que tiene el turismo rural. Los urbanistas vuelven a saborear las ventajas de «pasar unos días en el campo» y los pequeños empresarios son los principales beneficiados.
Tanto es así que el número de establecimientos se ha triplicado en los últimos tres años, lo cual ha incrementado espectacularmente la oferta laboral asociada a este tipo de establecimientos.
El incremento en la demanda de turismo rural, ha originado un aumento de más de un 200% en la oferta de este tipo de alojamientos por toda España en los últimos años. Según los datos del Instituto de Estudios Turísticos (IET), el pasado verano, la ocupación de alojamientos rurales en nuestro país alcanzó el 73%.
A este aumento de la demanda le ha seguido el consecuente incremento de la oferta. Según los datos del INE, el número de plazas en alojamientos rurales en nuestro país ha crecido más de un 200% en los últimos años, pasando de 43.000 plazas en 2001 a más de 144.000 en 2011.