Reino Unido es otro de esos países en el que las pymes están experimentando grandes dificultades para acceder a la financiación. La popularidad del Gobierno del conservador David Cameron está en mínimos históricos e incluso desde su propio partido de escuchan voces críticas con los numerosos recortes sociales que se están llevando a cabo.
Quizás por esto, quizás porque algo está cambiando al otro lado del Canal de la Mancha, leemos en Público que el Gobierno inglés pondrá en marcha un sistema en el que se utilizarán fondos públicos para financiar a las pequeñas empresas. Para ello, el Estados comprará bonos de las empresas, de modo que las pymes británicas tendrán más fácil acceder a la financiación que les niegan las entidades financieras.
El concepto de bono empresarial no es nuevo, pero hasta ahora no se aplicado demasiado en el viejo contienente. Únicamente las grandes empresas disponían de una figura similar, aunque es cierto que su uso es frecuente entre las pequeñas empresas de Estados Unidos.
La duda que todavía planea en el ambiente es cuánto dinero deberán desembolsar las arcas del Estado para financiar a las empresas. Aunque todavía no se conoce la cantidad definitiva, medios como The Spectator hablan nada menos de 50.000 millones de libras.