Un plan de choque para reactivar el empleo y estimular la demanda dotado de 325.000 millones de euros. Este podría ser el gran titular de la estrategia anunciada esta semana por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con un propósito simple, según anunciaba él mismo: “poner más gente a trabajar y más dinero en el bolsillo de los que estén trabajando”.
La idea ha sido bendecida por el FMI de Lagarde y la burocracia europea empieza a discutir entre bambalinas si ese modelo es susceptible de exportarse. Será muy difícil que las intenciones del presidente de EE UU lleguen a hacerse realidad –la mayoría republicana de la Cámara de Representantes se ocupará a buen seguro de tumbar la iniciativa–, pero, independientemente de su materialización o no, la idea ya se ha enunciado… y ha empezado a circular.
En España se está mirando de reojo todos los pasos que están dando allende los mares y la propuesta de Obama comienza a ganar adeptos. Su mensaje es claro: lejos de recortar inversiones, el país se plantea aumentarlas considerablemente. Repasamos en Muy Pymes las principales líneas que componen este plan de choque.
– Estímulos a la actividad. Dos prioridades: protección a las personas que no tienen empleo a través de una ayuda de 35.196 millones de euros, con el objetivo de garantizar el cobro de una ayuda para aquellos parados que hayan agotado su prestación; modernización de colegios y el desarrollo de infraestructuras de transporte, actividades dotadas con una partida de 57.000 millones.
– Creación de un Banco Nacional de Infraestructuras. 10.000 millones de dólares capitalizados para invertir en proyectos de infraestructuras y posibilitar la inversión privada. Se han incluido mecanismos en el apartado de estímulos para que los trabajadores puedan optar por compartir empleos y no ser despedidos, así como programas de formación para jóvenes y adultos con ingresos reducidos
– Rebaja de impuestos: recorte de impuestos por valor de 170.200 millones (más de la mitad de la dotación del plan), que se centran en las retenciones a los trabajadores y en las cotizaciones sociales de las empresas. Primero se rebajará la retención en los salarios. También se reducirá a la mitad las cotizaciones sociales que las empresas deben pagar por cada nuevo contrato.
– Recorte de déficit. El gasto contemplado en el programa deberá ser compensado a través de un nuevo plan de recorte de déficit, que está por detallar. La mayor parte del ajuste se la llevarán las grandes fortunas y las multinacionales.