Actualmente, poner en marcha un plan de marketing online es fundamental si queremos potenciar nuestra imagen de marca, llegar a un mayor número de potenciales compradores y expandir nuestro negocio. Sin embargo, esta estrategia no tendrá su efecto si lo que “prometemos” en internet, la filosofía y valores que “vendemos” por medio de nuestra web y gracias al community manager no se corresponde con la realidad.
Para ello, es fundamental tener en cuenta varios puntos. En primer lugar. La definición de nuestra empresa debe ser la misma tanto en la web como en el establecimiento físico. Esto significa que debe corresponderse la imagen que se vende, con la utilización de los colores, la disposición del mobiliario, el logo y el trato que dan los empleados al cliente, que debería ser el mismo que el que otorga nuestro gestor de redes sociales y medios 2.0.
Otro punto importante va a ser el hacer partícipe de nuestra estrategia online a toda la plantilla, todo el equipo de trabajo. Deben saber en qué webs estamos presentes, de qué forma, tipo de participación, usuarios y seguidores de la marca, promociones que se están ofertando en estos espacios digitales, etc. Esto puede parecer obvio pero no son pocos los casos que pueden encontrarse de personas que acuden a una tienda preguntando por cual o tal promoción que se ha ofertado en facebook y los dependientes se han quedado con cara de asombro y sin saber bien sobre lo que se estaba hablando…
Por último, nunca olvidar que “el cliente siempre tiene la razón”. Hay que aprovechar el potencial de los social media para escuchar las necesidades, quejas, sugerencias y cambios que demandan los usuarios. Si son razonables y nos interesa adaptarnos a lo que estos apuntan, se les debe comunicar para que sientan que se escuchan sus propuestas… y esto deberá corresponderse en los puntos de venta, es lógico. En caso de que lo que apunten no lo consideremos de nuestro interés o pertinencia, igualmente será clave que les respondamos dándoles los motivos para ello.
Con estos pequeños trucos, conseguiremos que nuestro universo online tenga su materialización en el mundo real, en el offline. El comprador, el cliente, lo agradecerá… y la empresa lo notará en la cuenta de resultados mensual.