No aprecian un cambio de tendencia en lo que respecta a los créditos impagados concedidos a familias y empresas, según los expertos. La tímida esperanza de recuperación en positivo que dejaba entrar el descenso de la morosidad en junio (fue del 6,416%, ocho centésimas menos que el mes anterior) parece que no tendrá la deseada continuidad y se prevé que no sea hasta mediados de 2012 cuando podamos ver un cambio de tendencia.
El incremento de la tasa de morosidad empezó su ascenso en septiembre de 2008, con la quiebra de Lehman Brothers como gota que colmaba el vaso. Desde entonces, ha crecido en casi 3,8 puntos básicos, con ciertos periodos de tregua, como es el caso del pasado mes de junio o de marzo (entonces cayó el porcentaje de impagados al 6,112% frente al 6,190% del mes anterior).
El descenso de la mora, en declaraciones realizadas por el director de Atlas Capital, Álvaro Blasco, es “positivo para todo el mundo” pero no muy significativa si nos atenemos solo al resultado del mes de junio, según añade Nuria Álvarez, responsable de banca de Renta 4. Unos y otros inciden en que no hay que olvidar que las familias y las empresas siguen con dificultades para acceder a la financiación, ya que las entidades han endurecido las garantías exigidas hasta niveles que no se daban desde hace dos décadas.
Ante este escenario, Blasco considera que la tasa de mora va a seguir creciendo antes de que llegue a estabilizarse. ¿El esperado descenso? Los impagos comenzarán a caer cuando veamos un crecimiento económico “real y estable”, algo que según estos expertos no ocurrirá hasta al menos año y medio o dos años, “según todos los indicios”.