La automoción tiene la quinta marcha puesta y no parece tener pensado levantar el pie del acelerador: en el primer semestre de este año ha registrado un superávit de órdago en la balanza comercial. 3.914 millones de euros, un 170% más que el volumen de negocio generado en el mismo periodo de 2010, a tenor de los datos que ha facilitado el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. No todo van a ser lágrimas en el tejido productivo español…
Según Industria, ha influido especialmente las ventas al exterior: la exportación de la industria del automóvil ha generado hasta 18.014,2, lo que significa un saldo favorable de 7.081,6 millones de euros en estos seis primeros meses (un 18,3% más que hace un año) que además ha provocado que la comercialización internacional acapare casi el 90% de la producción automovilística española.
Paralelamente, ha descendido el número de importaciones de fabricantes de vehículos –debido a la caída en las ventas de coches que se ha producido en nuestro país (en algunos meses se ha llegado a mínimos históricos)– mientras que sí se mantiene al alza la industria de componentes (un 15,3% más que en 2010). El valor de las exportaciones de estos últimos ha descendido a 5.634 millones de euros pero han aumentado las importaciones, alcanzando un volumen de negocio de 8.801 millones de euros. Este dato revela la importancia de la actividad para el tejido productivo español, ya que su producción se destina mayoritariamente a las exportaciones.