Una retirada a tiempo es una victoria. O al menos eso debe pensar el rey de las hamburguesas, que va a ceder el cetro de la cadena de comida rápida con objeto de dotar a la compañía de una imagen más familiar. Sí, el ‘King’ ha muerto. O, cuanto menos, se ha jubilado.
La estrategia que subyace a esta fulminante destitución no es otra que la conquista de nuevos nichos de mercado reenfocando su marketing y la imagen de la empresa. Es decir, una estrategia tradicional para un gigante de la restauración. Desde Burger King, así lo fundamentan: “nuestra estrategia de marketing ha cambiado y, como parte de ese cambio, no usaremos más al rey”, explica Miguel Piedra, portavoz de la compañía.
La pregunta no podía ser otra. ¿Quién sustituirá a tan magno personaje? No sabe, no contesta. Desde la multinacional han tomado la estrategia de su hasta ahora rey y dan la callada por respuesta. Lo que sí se puede adelantar es que los anuncios van a empezar a emitirse en estos días –la agencia encargada de este cambio de enseña es McGarryBowen– así que pronto se desvelará el misterio del difunto monarca, que se gestó en 1955 y que tras más de 50 años de reinado ha decidido retirarse.
Siempre quedarán los recuerdos, pensarán los amantes de este rey de las hamburguesas que comenzó siendo un dibujo animado vestido de patriota estadounidense en 2004 por obra y gracia de la agencia de publicidad Crispin Porter+Bogusky. Han sido desde entonces cientos de anuncios, cartelería y publicidad en la que el enigmático monarca ha mostrado su indescifrable sonrisa…